
Catherine Parker Larrañaga
Catherine Parker Larrañaga

Querido Piropo…(para ese que se dijo con respeto)
¿A quién se le ocurrió sancionarte?, ¿qué mente tan limitada nos privó de escucharte ensalzar nuestro ego con grandiosidad y virtuosismo?, ¿cómo alguien tan miope de cariño y buen humor, sanciona la creatividad que emana jocosa de tu alma de hombre, engrandeciendo nuestra belleza y robándonos una sonrisa?
Magistrado inquisidor: eres la oscura envidia de quien nunca los ha recibido y el mezquino egoísmo de quien no quiere que nadie, jamás, vuelva a recibirlos.
Inocente Piropo condenado a perpetuidad: te extrañaremos en cada esquina, en cada voz gritada de rascacielos en construcción, en cada ventana abierta a toda velocidad para arrojarnos un elogio, que cual ramo de flores lanzado al escenario de un célebre artista, llegaba a nuestros oídos.
Nos arrepentiremos de haber permitido oscurecer nuestras calles con la amargura de quienes no quieren reír, con la impotencia de quienes quieren regalar y no pueden y con el lúgubre caminar de transeúntes, que perdieron la posibilidad de recibir un afectuoso saludo, de quien osaba dibujarnos una sonrisa al cruzar de vereda a vereda.
Querido Piropo: tu sentencia fue sellada con el duro golpe del mallete.
En tu defensa, solo puedo decir que eras el alma de la calle y espero que algún día, esa tan absurda ordenanza se desvanezca, absolviéndote de culpa y liberándote de un injusto castigo.
Creo que la pluma de Catherine retrata esa capacidad que sólo ciertas personas tienen para llevarte mágicamente al mundo que su imaginación y creatividad fantástica recrea en sus textos.
Estoy viendo sus novelas en alguna serie de Netflix y al mundo a sus pies.
Gracias Alfredo por tus palabras, son lo que me motiva a seguir.